Por desgracia, durante muchos años, el sector de la construcción, y más concretamente el de las reformas, se ha visto afectado por las malas artes que algunos “profesionales” aplicaban a sus trabajos; engaños, trampas y otras faltas. A día de hoy, gracias a las regulaciones laborales y a la profesionalización del sector, estos problemas se dan de una forma muchísimo menos frecuente. Pero aún así, hemos pensado que no está demás que conozcas cuáles son los engaños más frecuentes. Por eso nos decidimos a crear esta serie de post en la que hablaremos de problemas derivados de una mala praxis, para que aprendas a identificarlos y no caigas en la trampa.
En el post de hoy veremos los engaños y problemas leves más frecuentes que puedes encontrarte durante la contratación y ejecución de la obra. ¡Sigue leyendo y no caigas en la trampa!
1. El primer presupuesto es muy bajo, después, durante la obra, empiezan a aparecer costes ocultos
A todo el mundo le gusta comprar barato, así que es posible que se caiga en la trampa de un presupuesto tan goloso. El problema viene durante la ejecución de la obra, cuando por falta de materiales o de otros problemas circunstanciales, surge la necesidad de aumentar el presupuesto. Llegados a este punto, se esté de acuerdo o no, se suele ceder, porque “mejor pagar un poco más que dejar la obra a medias”.
Por eso te recomendamos que, durante la contratación de tu obra y antes de firmar nada, te asegures bien de que el presupuesto es cerrado.
2. No se ha mencionado la calidad de los materiales
Si en el presupuesto no se menciona la calidad de los materiales y además, es sospechosamente bajo, la calidad de estos será pobre, lo que podría acarrear problemas de mantenimiento o durabilidad.
Asegúrate siempre de conocer la calidad de los materiales que van a emplearse durante la obra.
3. El personal no es cualificado o no cumple con la normativa
Realizar la obra con personal no cualificado repercute directamente en la calidad final de la reforma; los acabados y la seguridad son los primeros que se ven comprometidos en estos casos.
Por otro lado, a menudo sucede que los trabajadores no están contratados ni dados de alta en la Seguridad Social. Esto, en principio, no es problema del cliente sino de la empresa y los trabajadores, pero ¿qué pasaría si de forma aleatoria nos viéramos en medio de una inspección de trabajo o si se produjera un accidente? En este caso, el propietario podría pagar con una multa y problemas legales derivados.
Aunque no es fácil comprobar la cualificación o la situación legal de los trabajadores, te recomendamos que no tengas reparo en preguntar por la condición de los obreros antes de contratar la reforma. ¡Estás en tu derecho!
¿Te has encontrado con algún problema durante la reforma de tu casa? ¡Cuéntanoslo!